La época navideña ya está aquí, y con ella muchos de sus símbolos que nos evocan felicidad y nostalgia. Los negocios buscan conectar con sus audiencias a través de publicidad que “aproveche” este momentum en el que los consumidores están más dispuestos a realizar las compras navideñas. Sin embargo, por sobre todas existe una marca que lo ha ejecutado de manera impecable haciendo uso de uno de los personajes más queridos de la temporada: Santa Claus.
Mucho se ha dicho sobre el origen de Papá Noel, y existen muchas historias alrededor de su imagen actual; sigue leyendo y descubre la verdadera historia detrás de este mítico personaje.
Origen de San Nicolás
La base para la figura de Papá Noel, Santa Claus o San Nicolás, fue Nicolás de Bari o también conocido como Nicolás de Mira, un obispo cristiano de origen griego que vivió en el siglo IV en la actual Turquía. Su leyenda se hizo popular en toda Europa gracias a los múltiples milagros que se dice haber efectuado, en donde las historias relatan que sus principales beneficiarios eran los niños. Tanta fue su popularidad que la fecha del aniversario de su fallecimiento se convirtió en una fiesta en su honor, particularmente en los Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo, Austria, Suiza y otras pequeñas colonias neerlandesas.
Cuando se estableció Nueva York en 1624 (anteriormente Nueva Amsterdam) en Estados Unidos, los inmigrantes holandeses llevaron sus mitos y costumbres a la recién fundada ciudad, entre ellos la anteriormente mencionada fiesta de Sinterklaas (o Fiesta de San Nicolás), que como dato curioso, aún hoy en día es celebrada entre el 5 y 6 de diciembre, y en la cual el personaje lleva regalos a los niños.
De Sinterklaas a Santa Claus
Santa Claus, nace de la mano del escritor Washington Irving en 1809 en “Una historia de Nueva York”, un cuento en el que aparece el santo neerlandés Sinterklaas, pero con el nombre adaptado a una pronunciación angloparlante: Santa Claus.
En 1823 el poeta Clement Clarke Moore publicó un poema donde dio cuerpo al actual mito de Santa Claus, basándose en el personaje de Irving. En ese poema se menciona una versión del personaje que, aunque gordo, es ágil y pequeño como un duende, y regala juguetes a los niños en la víspera de Navidad transportándose en un trineo tirado por ocho renos.
Posteriormente, en 1863 el dibujante alemán Thomas Nast diseñó al personaje para sus tiras navideñas en Harper's Weekly, en donde adquirió su look actual de señor gordito, barbudo y vestido de rojo, color que fue basado en las vestimentas de los obispos de antiguas épocas en el que originalmente fue inspirado.
A mediados del siglo XIX, el Santa Claus estadounidense cruzó el Atlántico hacia Inglaterra y Francia, donde se fusionó con el personaje local Bonhomme Noël, quien tenía parecido físico con Santa Claus, pero vestía de blanco y dorado. A finales del mismo siglo y comienzos del siglo XX, el libro infantil The Life and Adventures of Santa Claus, de L. Frank Baum terminó de popularizarlo en 1902 en occidente, colocándolo como uno de los íconos más relevantes de las fiestas decembrinas.
Santa Claus y The Coca Cola Company
Durante los 1920’s, Coca-Cola comenzó a realizar publicidad haciendo uso de la imagen de Santa Claus (aunque tenía una pinta más seria y oscura) con la finalidad de cambiar la idea de que beber Coca-Cola era algo exclusivo de temporadas calurosas y bajo el slogan “La sed no conoce temporada”.
Sería hasta 1931 que el pintor Haddon Sundblom daría a Santa la icónica imagen en la publicidad del refresco. Cabe aclarar que es un mito urbano la idea de que Santa Claus adquiere su vestimenta color rojo debido a la marca Coca-Cola. Si bien, la compañía refresquera popularizó aún más la imagen del personaje navideño, éste ya portaba su característico color desde representaciones anteriores.
Definitivamente la asociación del color de la marca con el tono de rojo que usa Santa Claus es un acierto muy grande por parte de Coca-Cola por ayudar a relacionarla como una marca muy fuerte en épocas decembrinas. Si bien su objetivo inicial era posicionar al refresco como una bebida que puede ser consumida también cuando hace frío, la estrategia logró mucho más que eso. Se ha demostrado que la publicidad es particularmente efectiva cuando apela a sentimientos y conecta emocionalmente con su audiencia; utilizar el tipo de imagen que creó Haddon Sundblom evocando recuerdos de la niñez y épocas más sencillas, apela a la nostalgia, al sentimiento de calidez, familia, inocencia, y felicidad.
En Amore Marketing, cuando realizamos un Brand Strategy Map, dos de las preguntas clave de nuestra etapa de assessment son: “¿qué estás vendiendo a tu consumidor más allá de tu producto? Y ¿qué emociones le evocas?”. En este caso, Coca-Cola supo exactamente cómo conectar su producto, con la temporalidad pero sobre todo con la emoción que la época despierta en las personas. ¿Ya ves por qué es importantísimo tener una visión estratégica de la manera en la que tus campañas deberían hablarle a tus clientes y prospectos? Saber cómo conecta tu producto o servicio, con las necesidades de tus clientes es vital para hacer crecer tu marca y que tu negocio triunfe. ¿No sabes cómo empezar? Contáctanos, nosotros te ayudamos 😊.
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