Hemos trabajado con múltiples clientes que nos piden crecer la marca de su empresa o producto/servicio pero cuando buscamos complementar la estrategia con una construcción de branding personal, algunos se muestran escépticos. Hay quienes comentan que no son influencers o que no quieren parecer ególatras. Otros, temen que el desarrollo de una marca personal hará parecer que la empresa, producto o servicio es pequeña o casera. No poner una cara humana detrás de ella, argumentan, los hace verse más institucionales. Sin embargo TODAS las empresas más grandes, prácticamente sin excepción, desarrollan la marca personal del líder a la par de la corporativa. Piensa en Bill Gates para Microsoft, Jeff Bezos para Amazon, Steve Jobs para Apple, Indra Nooyi de Pepsico… la lista es interminable.
Aquí te compartimos 4 razones por las que, a pesar de lo laborioso que es, DEBERÍAS integrar branding personal a la estrategia del crecimiento de tu empresa:
1. Los consumidores están más abiertos a establecer lazos emocionales con la marca/producto si está representada por humanos.
Hemos hablado largo y tendido de este tema y tendencia que vemos florecer sobre todo en medios digitales. La razón por la cual hemos visto la emergencia del influencer marketing y los content creators en Instagram y TikTok, es que los nuevos consumidores están hartos del push publicitario y en búsqueda de vínculos más emocionales. Quieren consumir los productos que pueden relacionar a personas y que dichas personas reflejen atributos que les sean atractivos, aspiracionales o por lo menos compatibles. Seguramente conocer el fenómeno “Andrea de EnvíaFlores”, que precisamente refleja el entendimiento de marcas que reconocen el retorno de la humanización en las decisiones de consumo.
Y si operas en la economía de SERVICIOS, este hecho se vuelve aún más relevante. La expectativa que puedan tener tus clientes/consumidores de los servicios que están contratando en tu empresa, está formada por la percepción que tienen de ti. Si tú eres confiable, amigable, y cercano, ellos anticipan que el servicio que les otorgarás también lo será. Por ende, tu marca personal tiene un lugar muy natural en el plan de posicionamiento de tu marca, producto o empresa.
2. Atraerás clientes con los que QUIERES trabajar.
No digo que como proveedores de productos o servicios tengamos que ponernos los moños o discriminar respecto a con quienes trabajar o a quienes negar entrada, PERO es una realidad innegable la relación CLIENTE-PROVEEDOR se beneficia y fortalece directamente si las personas detrás de esta relación logran vínculos de rapport y “hacen clic”. Proyectar tu marca personal de manera proactiva y consistente, puede ser un gran filtro de clientes potenciales y fomentar que te busquen aquellos con los que existen puntos en común y con quienes hay química.
Sé lo que estás pensando: “pero espera, Arjan… si proyecto mi marca personal, ¿no hará que las personas con las que no necesariamente hago clic detracten de mi oferta de productos/servicios?” Es posible y hasta probable. Sin embargo, sí existe tal cosa como un mal cliente y aquellos que no hablan tu mismo idioma o no tienen los mismos ideales, tienen mayor potencial de ser de este tipo. ¿Para qué quieres invertir tiempo y recursos en desarrollar una relación con un mal cliente? ¿No sería mejor uso de tu tiempo trabajar en estrategias para atraer los clientes correctos?
Esta es una lección que pocas personas aprenden en saco ajeno pero tarde o temprano todos pasamos por esa tortuosa relación con el cliente que hubiéramos preferido negar si supiéramos que iba a desarrollar una interacción tan tóxica y desgastante. Ser auténtico, de manera consistente y mostrando quién eres en verdad (no la versión prefabricada y plástica de esa persona “ideal” sino con tus muy honestas vulnerabilidades), te ahorrará MUCHOS dolores de cabeza.
3. Atraerás empleados con quienes sea un deleite trabajar.
De manera similar a la atracción de clientes, la proyección de una marca personal como líder de la empresa o incluso departamento de la misma, servirá para atraer al talento correcto y ahuyentar al incorrecto. Hay MILES de cosas que admiro de una empresa como Amazon. Es innegable que su modelo exitoso ha revolucionado el Marketplace y cambiado radicalmente nuestras tendencias de consumo. Me hubiera encantado comprar acciones de Amazon cuando apenas se presentaba como un competidor de Barnes & Noble y hoy estar cosechando los frutos de mi mente inversionista visionaria. Pero NUNCA trabajaría en Amazon. No tengo nada particular en contra de la empresa y tengo varios amigos y ex colegas que hoy son muy felices en puestos de liderazgo del gigante del retail. Al mismo tiempo y sin tener que vivirlo en carne propia, sé perfectamente que su cultura corporativa y la marca personal de su líder, no van conmigo. Si me insertaras en una célula de trabajo de Amazon, probablemente sería difícil hablar el mismo idioma, coordinarnos y construir juntos.
De la misma manera, si a través de tu branding personal puedes ayudar a proyectar la cultura organizacional, las interacciones entre colaboradores y la expectativa del perfil que será bienvenido en tu empresa, será más probable que armes equipos compatibles y por ende, logren mejores cosas juntos.
Ojo, no estoy diciendo que los equipos que logran incorporar distintas personalidades, culturas, creencias, ideologías y cosmogonías, no capturan riqueza en la diversidad. Este no es un argumento en contra de la inclusión de puntos de vista distintos. Es solo un reconocimiento de que para las personas que no hacen un fit cultural con la organización, las mismas dinámicas internas hacen que vayan siendo excluidas y expulsadas. El branding personal en este sentido, ahorra a todos mucho tiempo y ayuda a evitar situaciones indeseables.
4. Vas a vender y cerrar tratos más fácilmente.
¿Qué es más fácil? ¿Venderle a alguien que nunca ha oído de ti o a alguien que ya sabe quién eres, qué tipo de persona eres, o qué ideas representas? A menos que tengas una trayectoria manchada por una mala reputación o decisiones indeseables, seguramente tu respuesta es la segunda opción.
Tenemos muchos clientes, sobre todo en el mundo B2B, que cantan a los cuatro vientos lo valiosa que es la recompra de un cliente existente y las ventajas que tiene sobre la prospección de uno nuevo. “Ya nos conocen, ya confían en nosotros porque ya hemos trabajado con ellos. Por lo mismo cerramos tratos con ellos en menos tiempo…” Pero… ¿por qué esperar a haberles vendido un proyecto previamente para abrir la puerta a que te conozcan? ¿Por qué no pensar en que pueden confiar en ti ANTES de trabajar contigo y que por ende, acortar sus tiempos de cierre gracias a una buena estrategia de branding personal?
Si llega Bill Gates con una caja negra y te dice que adentro de ella está el más nuevo software de inteligencia artificial y puedes comprarlo por $500 USD y al lado estoy yo con una caja similar, diciéndote que es exactamente lo mismo y que puedes comprar mi caja por $400 USD, seguramente invertirías los $100 USD adicionales y me dejarías sin una venta. Yo nunca he construido mi marca personal como una que te haga pensar que soy un experto en temas de inteligencia artificial. Puede ser que mi agencia ya te haya vendido excelentes servicios de marketing digital o una estrategia de marca… y estoy casi seguro que nunca le has comprado algo directamente a Bill Gates PERO respecto al tipo de solución que estamos hablando, confías más en él… por su marca personal. Sin tener una relación preexistente contigo, es más fácil que él cierre el trato. ¿Por qué no querrías algo similar para tu marca/producto?
Ojo, no tienes que volverte un rockstar business influencer para lograr los beneficios del branding personal… pero sí tienes que hacerlo de una manera estructurada, consistente e inteligente. Hay personas que juran que están proyectando su marca personal pero no tienen estrategia, alcance o estructura. No saben cómo definir los cánones de su marca personal o como hacer que cobre vida. Pero si este es tu caso, no tienes de qué preocuparte. Lo único que tienes que hacer es acercarte a expertos que puedan ayudarte y acompañarte en el trayecto, guiándote y haciendo uso de metodologías probadas. ¿Empezamos una plática?
